
ESTO NO ES UN RETO DE FITNESS ES UNA TRANSFORMACIÓN TOTAL DE CUERPO, ALMA Y ESPÍRITU.
Es un programa diseñado para cambiar tu vida desde adentro hacia afuera.
¿Tendrás resultados físicos? ¡Sí!
Sin embargo, los cambios que ocurrirán en tu mente, en tu alma y en tu espíritu serán mucho más poderosos que lo que el espejo pueda reflejar.
¿Te costará dinero? Nada.
Pero te costará tiempo, disciplina, esfuerzo y entrega total.
Y será probablemente lo más difícil que has hecho en mucho tiempo…Y será lo más poderoso que jamás hayas hecho.
¿Qué es el Desafío de 52 Días?
Es una experiencia transformadora, donde durante 52 días vamos a entrenar
CUERPO
Mediante actividad física diaria y alimentación saludable.
ALMA
Mediante lectura, reflexión, carácter y hábitos.
Espíritu
Mediante oración, ayuno y lectura bíblica.
Y no lo harás solo. Serás parte de una comunidad con un mismo enfoque
SER LA MEJOR VERSIÓN DE NOSOTROS MISMOS PARA DIOS, PARA NUESTRA FAMILIA Y PARA NUESTRO PROPÓSITO.
PIÉNSALO COMO UN ENTRENAMIENTO ESPIRITUAL EXTREMO PARA TU VIDA COMPLETA
¿Qué puedes lograr en 52 días?
- Sentirte en el mejor estado físico, mental y espiritual de tu vida.
- Recuperar la claridad de tus pensamientos y de tu propósito.
- Sanar emociones estancadas.
- Conectarte con Dios a un nivel más profundo.
- Romper con la mediocridad.
- Volver a creer en ti y en lo que Dios puede hacer contigo.
- Ser ejemplo para tu familia y tu comunidad.
- Tener dominio propio, fortaleza y enfoque.

recursos
PREGUNTAS FRECUENTES
¿Por qué lo creamos?
Muchos de nosotros hemos estado ahí, perdidos, desmotivados, fuera de forma, desconectados de Dios y de nosotros mismos.
Y entendimos una verdad poderosa:
El problema no es tu cuerpo.
El problema no es tu agenda.
El verdadero problema es la falta de disciplina espiritual, emocional y mental.
Por eso este desafío no se enfoca solo en lo físico.
¿Tiene algún costo?
No, no tiene ningún valor monetario.
¿Y si fallo?
Continuas y no te rindes. Se trata de formar disciplinas mientras lo haces. Dios trabaja más en el proceso que en la meta.
¿Y si no estoy en forma ni tengo experiencia?
Perfecto. Este desafío fue diseñado para adaptarse a todos los niveles de condición física y espiritual. No importa dónde empieces. Solo importa que no te quedes donde estás.
¿donde puedo entrenar?
Hazlo en casa, en el patio o junto a tus hijos. Este desafío también puede ser una semilla de transformación para tu familia.
¿Qué pasa si ya estoy en otro programa?
Este desafío no compite con lo que haces, lo complementa. Añade intención, fe y visión eterna a cada paso.
¿Puedo adaptar las tareas?
Sabemos que no siempre es fácil, pero parte del desafío es hacer las cosas tal como fueron diseñadas. Sin atajos, sin excusas. Es ahí donde sucede la transformación.