¿Puedo restaurar mi matrimonio luego de una traición? Nuestra respuesta siempre será sí, porque todo matrimonio tiene un 100% de probabilidad de funcionar si Dios interviene, pero los resultados dependen ambos le den lugar a Él para restaurar y corregir. Hoy te compartimos los principios bíblicos y las herramientas prácticas para reconstruir la confianza en pareja. 

 

Cuando estamos enamorados todo es color de rosa, los defectos de la otra persona los percibimos hermosos y creemos que no hay nada que ellos puedan hacer mal. Es por eso que es muy difícil cuando esa burbuja se rompe por una falta a la confianza. 

Una mentira, traición, infidelidad o falta a un compromiso pueden hacer que desconfiemos de esa persona que tanto amamos. La confianza se gana a gotas, pero se pierde en baldes. Así que estas son nuestras recomendaciones para que vuelvas a ganarte la credibilidad y tranquilidad en tu matrimonio. 

 

Sé una persona confiable: Pregúntate hoy, ¿puede mi pareja confiar en mí? Desde los asuntos más pequeños a los más grandes, debemos demostrar que somos personas responsables y que cumplimos con nuestros compromisos. 

    1. Ejercicio: Traza metas alcanzables y demuéstrale a tu pareja que sí cumples con lo que prometes. 

La confianza y la verdad van de la mano: No existe tal cosa como “las mentiras piadosas”. El amor y la compasión se demuestran a través de la verdad. Puede ser que las consecuencias de decir la verdad sean duras, pero nunca serán tan graves como las que produce la mentira. 

    1. Ejercicio: Demuéstrale a tu pareja que puede tener acceso a ti. En dónde estuviste, con quién anduviste, cómo se gastó el dinero, etc. Que no haya secretos. 

Dale una oportunidad a la confianza: Si hay arrepentimiento genuino, busca ayuda profesional (psicólogos, pastores, consejeros, etc.) que puedan direccionarlos hacia el perdón y la restauración. 

Confiar es una decisión. Tomemos el compromiso de ser fieles en todas las áreas de nuestra vida y reflejemos a nuestro Creador:

“Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti se apoya, porque en ti ha confiado.” – Isaías 26:3