Con Pedro Pablo y Ana Luisa Quintero
Se podría decir que la relación de Pedro Pablo y Ana Luisa ha sido marcada por períodos de seis meses. Fueron novios seis meses, se casaron luego de seis meses de compromiso, recibieron la noticia de su primer embarazo seis meses después y luego de seis meses de que naciera su primer hijo se enteraron que esperaban a su hija. Nos hace pensar que mucho puede ocurrir en poco tiempo si Dios interviene.
Cómo se conocieron
Pedro Pablo comenzó una carrera en la industria de la música en su adolescencia; pasó de cantar únicamente en la ducha a convertirse en un cantautor, compositor y productor. Ana Luisa se preparó toda la vida para el mundo de los concursos de belleza hasta ganar Miss Guatemala y representar a su país en Miss Universe 2014.
Fue en un evento de modelaje que Pedro Pablo conoció a Ana Luisa y más tarde se encontraron en la iglesia. Sin embargo, pasaron varios años antes de que la conversación de una relación entre ellos se suscitara. Tenía que ocurrir mucho antes de poder estar juntos.
“Él permite cosas dolorosas porque nos está moldeando para la persona correcta” – Pedro Pablo Quintero
Un compromiso fallido y el pasado que ambos necesitaban
Ana Luisa estaba comprometida para casarse con alguien más, pero un mes y medio antes de la boda se cancelaron los planes. Durante el podcast, ella confiesa que aunque ese proceso fue muy doloroso, llegando a decir: “Lloré como nunca, se me acabaron las lágrimas”, reconoce que fue justamente este momento el que le hizo apreciar más la relación que construyó con Pedro Pablo.
“Nuestras heridas en manos de Dios han sido catalizadores de propósitos entre nosotros dos”, dijo Pedro Pablo. Ambos concuerdan que fueron sus pasados los que les permitieron entenderse más el uno al otro.
Ellos son un equipo, logrando así experimentar lo que la Biblia nos dice en Eclesiastés 4:9-10: “Es mejor ser dos que uno, porque ambos pueden ayudarse mutuamente a lograr el éxito. Si uno cae, el otro puede darle la mano y ayudarle; pero el que cae y está solo, ese sí que está en problemas”.
“Soy tan bendecida con este equipo” – Ana Luisa Quintero
El proceso más difícil que han vivido
Uno de los cambios más importantes que han experimentado fue mudarse de país. Al llegar a Estados Unidos se encontraron con muchas deficiencias en su relación familiar. Dejaron atrás a su familia, rutinas, trabajos y se dieron cuenta de algo:
“Los quehaceres y responsabilidades nos mantenían cómodos y enmascaraban las necesidades que tenía nuestra familia” – dijo Pedro Pablo –, “mudarse expuso todas las cosas que ambos nos estábamos faltando el uno al otro y nos puso en un punto de vulnerabilidad”.
Luego de varios meses y una reestructuración de la rutina familiar, hoy pueden decir que están caminando de la mano. De la misma manera, Dios puede usar los momentos difíciles para preservar tu familia y salvar tu futuro. Cuando Dios te mueve de la comodidad te lleva a una tierra prometida: La familia que siempre soñaste.